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CICLOSPORINA

La ciclosporina es un potente fármaco inmunosupresor utilizado en el tratamiento de la artritis reumatoidea, el lupus y otras enfermedades autoinmunes.

La ciclosporina se considera un fármaco antirreumático modificador de la enfermedad (FARME) porque no solo disminuye el dolor y la hinchazón de la artritis, sino que también puede prevenir el daño articular y reducir el riesgo de discapacidad a largo plazo.

También se sabe que la ciclosporina ralentiza la progresión de la artritis con el tiempo.

La ciclosporina, originalmente utilizada para prevenir el rechazo de los riñones trasplantados, continúa siendo recomendada para una variedad de trasplantes de órganos.

Sin embargo, ha demostrado ser efectivo como tratamiento para pacientes con artritis reumatoidea que no han respondido bien a otros medicamentos. También se ha utilizado para tratar a aquellos con otras afecciones reumáticas, enfermedades oculares inflamatorias y formas graves de psoriasis y otros trastornos autoinmunes de la piel.


Cómo utilizarlo

La ciclosporina se toma por vía oral dos veces al día. La dosis inicial es de 2.5 mg / kg de peso corporal por día, que puede aumentar con el tiempo. La ciclosporina viene en cápsulas de 25 mg y 100 mg, que deben tomarse dos veces al día. La dosis diaria generalmente funciona a 75 mg o 100 mg tomados dos veces al día. Su médico puede aumentar la dosis a 4.5 mg / kg por día o más en algunas situaciones. Las cápsulas no deben triturarse ni masticarse. La ciclosporina puede tardar varios meses en funcionar y necesita un control frecuente de los análisis de sangre.


Efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes y potencialmente graves son la presión arterial alta y los problemas renales, así que asegúrese de beber mucha agua y mantenerse bien hidratado.

Es más probable que ambos problemas ocurran en personas mayores que toman este medicamento.

La ciclosporina también puede aumentar el riesgo de algunos tipos de infecciones; notifique a su médico si nota signos de una infección, como fiebre.

Otros posibles efectos secundarios incluyen dolores de cabeza, náuseas, vómitos, dolor abdominal o indigestión, hinchazón de las manos o los pies, temblores, aumento del crecimiento del cabello, inflamación de las encías, calambres musculares o entumecimiento y hormigueo en las manos o los pies.


Dile a tu doctor

La ciclosporina interactúa con muchos medicamentos; Consulte con su médico acerca de las interacciones entre medicamentos. Asegúrese de informar a su médico sobre todos los medicamentos que está tomando, incluidos los medicamentos de venta libre y los remedios naturales. Informe a su médico si tiene presión arterial alta, problemas renales o cáncer, ya que la ciclosporina puede complicar estas afecciones.

Hable con su médico antes de recibir cualquier vacuna o someterse a cualquier cirugía mientras esté tomando ciclosporina. Debe hablar sobre la actualización de las vacunas antes de comenzar la ciclosporina. Si está embarazada o está considerando tener un hijo, hable sobre esto con su médico antes de comenzar a tomar el medicamento. La ciclosporina puede causar defectos congénitos graves y no debe tomarse durante el embarazo o al intentar quedar embarazada o durante la lactancia. Comuníquese con su médico si tiene signos de una infección, como fiebre o escalofríos, o si está tomando antibióticos.



Fuente: Reumatólogos de la Ciudad de Santa Fe

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