La investigación muestra que el rituximab (RTX), conocido por el nombre comercial TRUXIMA, puede ayudar a las personas con lupus refractario a lograr y mantener la remisión de la enfermedad. El lupus refractario se refiere a una forma de la enfermedad que es particularmente difícil de tratar y menos sensible a las terapias estándar. En un estudio europeo de 147 personas con lupus, algunas personas recibieron un solo ciclo de RTX, mientras que otras recibieron terapia de mantenimiento con RTX, definida como recibir un solo ciclo de RTX al menos tres veces, y en un intervalo de cuatro a ocho meses entre tratamientos con el fin de prevenir recaídas. Seis meses después del primer tratamiento con RTX, casi la mitad (45%) demostró una respuesta completa a la terapia, lo que indica poca o ninguna actividad de la enfermedad, mientras que otro 28% tuvo una respuesta parcial, lo que indica alguna mejora en la actividad de la enfermedad. De los que recibieron más terapia de mantenimiento con RTX, la mayoría (84%) estaban en remisión en el momento de su último ciclo de RTX. Entre los participantes del estudio, el 35% nunca experimentó un brote durante su tratamiento de mantenimiento con RTX y tuvo una baja acumulación de daños. Después de la terapia de mantenimiento, la supervivencia sin recaídas fue similar a la del grupo de tratamiento único con RTX. La inflamación articular activa (enfermedad articular) en el momento de la primera administración de RTX se asoció con un mayor riesgo de exacerbación durante la terapia de mantenimiento con RTX. Los pacientes con niveles bajos de C4, los que habían recibido menos fármacos inmunosupresores antes del tratamiento con RTX y las personas con enfermedad grave tenían más probabilidades de responder favorablemente a RTX. Estos resultados sugieren que los candidatos ideales para RTX pueden ser aquellos con enfermedad más activa y sin un plan de tratamiento refractario claro, lo cual es consistente con hallazgos previos.
Fuente: Lupus Foundation of America
