Es uno de los medicamentos más eficaces y de uso más frecuente en el tratamiento de la artritis reumatoide y otras formas de artritis inflamatoria, y también puede usarse para tratar lupus, miositis inflamatoria, vasculitis y algunas formas de artritis infantil. Se suele utilizar en combinación con otros medicamentos para tratar la artritis. Se lo conoce como fármaco antirreumático modificador de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés), ya que no solo reduce el dolor y la hinchazón de la artritis, sino que también puede disminuir el daño en las articulaciones y la incapacidad a largo plazo.
Como Tomarlo El metotrexato viene en píldoras o como inyección subcutánea. Se toma, por lo general, en una sola dosis una vez a la semana, aunque en ocasiones la dosis se divide en dos, que se toman una vez por semana, para mejorar la absorción o evitar efectos secundarios. Su médico también puede recetarle un suplemento vitamínico de ácido fólico (o folato) para reducir la probabilidad de que aparezcan efectos secundarios. No debe ingerirse esta droga si hay alteraciones en la función renal o hepática. El alcohol aumenta de manera significativa el riesgo de daño hepático durante la administración de metotrexato, de modo que debe evitarse su consumo. Se requieren análisis clínicos periódicos para monitorear los recuentos de sangre y el hígado mientras se toma metotrexato. Las mejoras en artritis y otras afecciones comienzan a verse, por lo general, en 3 a 6 semanas. El beneficio total de este medicamento se verá recién a las 12 semanas de tratamiento.
Efectos Secundarios El metotrexato puede disminuir la capacidad de su sistema inmunitario para combatir las infecciones. Si se presentan síntomas de una infección mientras lo usa, debe dejar de tomarlo y comunicarse con su médico. Los efectos secundarios más comunes son molestias gastrointestinales y elevaciones en las pruebas de función hepática.
Alrededor del 1 al 3% de los pacientes desarrollan llagas en la boca (denominadas estomatitis), erupción, diarrea y anomalías en los recuentos sanguíneos. Algunos efectos secundarios no provocan síntomas, de modo que es importante realizarse análisis de sangre de rutina cada 8 a 12 semanas.
El metotrexato puede provocar cirrosis (cicatrización) del hígado, pero este efecto secundario es poco frecuente y suele aparecer en pacientes que ya tenían problemas hepáticos, consumen alcohol o están tomando otros medicamentos que son tóxicos para el hígado. También puede provocar, en raras ocasiones, problemas pulmonares (tos persistente o dificultad para respirar sin explicación). Algunos pacientes experimentan una lenta pérdida del cabello, pero el cabello vuelve a crecer cuando la persona deja de tomar este medicamento. Muchas veces esto se puede controlar tomando ácido fólico. Es importante recordar que la mayoría de los pacientes no experimentan efectos secundarios y que, en quienes los sufren, muchos de los efectos secundarios menores mejorarán con el tiempo.
Consulte a su Médico Debería comunicarse con su médico si presenta síntomas de infección, como fiebre o tos, o si cree que sufre algún efecto secundario. Asegúrese de informar al profesional si está embarazada, planea embarazarse o está amamantando. El tratamiento con metotrexato deberá interrumpirse durante al menos tres meses antes de que las pacientes intenten quedar embarazadas. Si bien el metotrexato no debe tomarse durante el embarazo, el medicamento no reduce la posibilidad de embarazarse en el futuro. Los hombres que lo toman deben consultar a su médico antes de intentar concebir. Si planifica someterse a una cirugía, o va a recibir quimioterapia o radioterapia, hable primero con su médico.
Fuente: American College of Rheumatology
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