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CICLOFOSFAMIDA

La ciclofosfamida pertenece a una clase de medicamentos conocidos como agentes alquilantes, que se han utilizado para tratar algunos tipos de cáncer.


También se la considera un potente inmunosupresor: un medicamento que puede reducir la respuesta inmunitaria.


La ciclofosfamida bloquea la producción del ácido desoxirribonucleico (ADN) en las células. Ello evita que las células se dividan, lo cual causa la muerte de las células. Este medicamento afecta también a las células inmunitarias. Estas cumplen una función clave en enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus, la esclerodermia, la vasculitis etc.


Usos

Las enfermedades que se tratan con ciclofosfamida son: lupus; esclerodermia; algunas formas de vasculitis; miopatías tales como polimiositis y dermatomiositis; a veces, artritis reumatoide, entre otras.


La ciclofosfamida se usa para complicaciones graves de las enfermedades autoinmunes como por ejemplo en la inflamación de los vasos sanguíneos (conocida como vasculitis) en Artritis Reumatoidea. En el lupus, se emplea para tratar inflamaciones renales graves u otras complicaciones que pongan en riesgo órganos.


Si bien la ciclofosfamida ha permitido prolongar la vida de las personas que sufren algunas de las enfermedades mencionadas anteriormente, este medicamento puede provocar graves efectos secundarios por lo cual exige una supervisión médica cuidadosa para poder así minimizar el riesgo de que estos efectos aparezcan.


La ciclofosfamida se utiliza con frecuencia durante tres a seis meses para tratar una afección y lograr la remisión. Después, se usan medicamentos que podrían ser menos potentes, pero con menos efectos secundarios, para mantener la enfermedad en remisión.


Dosificación y plazo para que surta efecto

La dosificación de la ciclofosfamida varía de persona a persona y depende de la enfermedad que se trate. Para la administración oral, la dosis habitual es de 1.5 a 2.5 miligramos (mg) por kilogramo (kg) de peso corporal por día.


Este medicamento también se administra en forma intravenosa en el consultorio médico o el hospital. La dosis intravenosa se calcula a partir de la altura y el peso, como así también el grado de función renal. La infusión se administra de forma semanal o mensual. Por ejemplo, la ciclofosfamida a veces se administra como infusión mensual o semanal para el tratamiento de la enfermedad renal por lupus.


Es posible que los síntomas mejoren tras varias semanas, y el efecto total puede demorar varios meses o más.


Efectos secundarios

Los efectos secundarios comunes, que pueden empeorar con las pastillas, son náuseas y vómitos. Estos síntomas pueden controlarse habitualmente con medicamentos contra las náuseas. Puede haber pérdida de cabello, pero este suele volver a crecer cuando se interrumpe el medicamento. Otro efecto secundario común son las erupciones cutáneas. La ciclofosfamida aumenta el riesgo de que se presenten algunos tipos de infecciones, en especial el herpes zóster, denominado comúnmente culebrilla. El uso de ciclofosfamida puede provocar infecciones poco frecuentes.


Estos son otros efectos secundarios importantes:

Células sanguíneas: la ciclofosfamida puede tener efectos considerables en las células sanguíneas, y suele provocar una reducción de los glóbulos blancos, un componente clave del sistema inmunitario. Esto puede ocurrir entre 8 y 12 días después de iniciar el tratamiento. El médico controlará los niveles sanguíneos en este período y ajustará la dosis como corresponda.


Problemas de fertilidad: la ciclofosfamida puede ocasionar infertilidad tanto en hombres como en mujeres. Esto sucede con frecuencia en pacientes mayores o quienes toman dosis altas durante períodos más prolongados. Consulte a su médico respecto de este problema antes de tomar ciclofosfamida. A pesar de que el período se puede interrumpir en las mujeres que toman ciclofosfamida, aún pueden quedar embarazadas, de modo que debe emplearse un método anticonceptivo eficaz para evitar el embarazo mientras se toma este medicamento. Tomar ciclofosfamida durante el embarazo es muy peligroso para el feto.


Problemas de vejiga: la ciclofosfamida se metaboliza en el cuerpo en muchos otros componentes. Uno de sus derivados, conocido como acroleína, puede ocasionar irritación de la vejiga o “cistitis”, como consecuencia, puede aparecer sangre en la orina o formar tejido cicatrizal en la vejiga. Los pacientes que toman ciclofosfamida por vía oral deben ingerir mucho líquido todos los días para evitar problemas. Hable con su médico sobre la cantidad de líquido que debe consumir por día mientras toma ciclofosfamida. Con frecuencia, los pacientes que reciben terapia intravenosa reciben también un medicamento llamado Mesna para ayudar a prevenir problemas de vejiga.


Cáncer: la ciclofosfamida aumenta el riesgo de padecer algunos tipos de cáncer, que pueden presentarse años después de tomar este medicamento. El uso prolongado y las dosis altas de ciclofosfamida pueden aumentar el riesgo. El cáncer de vejiga es el más comúnmente relacionado con la ciclofosfamida, de modo que su médico recomendará análisis de orina periódicos para detectarlo. Estos análisis deben continuar durante muchos años, incluso si la enfermedad está en remisión.


Interacciones farmacológicas

Infórmele a su médico todos los medicamentos que toma, incluso los de venta libre y los suplementos naturales. Pueden producirse interacciones farmacológicas importantes con los siguientes medicamentos: el medicamento para la gota alopurinol; fenobarbital; warfarina; ácido nalidíxico; talidomida; diuréticos tiazídicos, como la hidroclorotiazida; y algunos medicamentos psiquiátricos como la clozapina. Otros medicamentos también pueden interferir con la ciclofosfamida.


Información para discutir con otros médicos

Asegúrese de informarles a los otros médicos que toma este fármaco o lo tomó en el pasado. Esto es importante, ya que este medicamento produce algunos riesgos a largo plazo que deben tenerse en cuenta, incluso años después de tomarlo.


Las vacunas de microbios vivos deben evitarse mientras toma este medicamento, y debe consultar sobre la actualización de sus vacunas, como la antineumocócica Pneumovax, contra la hepatitis B, la vacuna de refuerzo contra el tétanos, o la vacuna contra el herpes zóster (Zostavax) antes de comenzar a tomar este medicamento. Como este medicamento puede disminuir su capacidad para combatir infecciones, es importante que hable sobre esto con el médico a cargo, ya que podría realizar una evaluación o tratamiento diferentes.


Dado que la ciclofosfamida puede ocasionar anomalías congénitas graves e infertilidad, las mujeres que estén embarazadas o consideren tener un bebé deben consultar a su médico antes de tomar este fármaco. Para evitar el embarazo, utilice un anticonceptivo eficaz durante el transcurso de este tratamiento. También consulte a su médico acerca de la lactancia mientras toma este medicamento.


Algunos efectos secundarios de la ciclofosfamida pueden ser graves. Debe comunicar a su doctor si observa lo siguiente: sangre en la orina, episodios de fiebre y escalofríos, predisposición a la formación de hematomas o hemorragias, dificultad para respirar e inflamación de los pies y los tobillos.


Dado que el uso de ciclofosfamida aumenta el riesgo de infecciones, algunos médicos recomiendan que los pacientes tomen un antibiótico concurrente llamado trimetoprima sulfa (Bactrim), salvo en casos de alergia a los medicamentos sulfa. Asegúrese de hablar con su médico antes de aplicarse alguna vacuna o someterse a una intervención quirúrgica mientras está tomando este medicamento. También deben tomarse precauciones si algún miembro de la familia, en especial los niños, recibe vacunas de microbios vivos mientras toma este medicamento.



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