La investigación publicada hoy arroja luz sobre datos preocupantes: los participantes del estudio con lupus tenían tres veces más probabilidades de haber usado opioides en comparación con aquellos sin la enfermedad. Los investigadores encontraron que casi un tercio (31%) de los participantes con lupus usaban opioides recetados durante un estudio de 20 meses en comparación con solo el 8% de los sujetos control. Entre las personas con lupus que usaban estos medicamentos recetados, casi el 70% los usaban durante más de un año, y más de uno de cada cinco tomaban dos o más opioides a la vez.
Además, el estudio muestra que, entre las personas con lupus, quienes visitaron el departamento de emergencias tenían aproximadamente el doble de probabilidades de usar opioides recetados. El dolor y el deterioro del funcionamiento físico también se asociaron significativamente con el uso de opioides. Estos últimos hallazgos provienen de datos obtenidos de 462 personas con lupus dentro de la cohorte de Epidemiología y Vigilancia del Lupus de Michigan (MILES), que los investigadores compararon contra 192 personas sin lupus.
La autora principal y mentora de un ganador del Premio de Desarrollo Profesional Gary S. Gilkeson de la Fundación Lupus de América 2019, Emily Somers, Ph.D, ScM, señala: "Sabemos que el dolor es muy común en el lupus, pero antes de este estudio, datos sobre patrones de prescripción de uso de opioides en el lupus faltaba. Nuestro estudio revela niveles muy altos de uso de opioides recetados a largo plazo en la población de lupus, a menudo durante más de un año. Para muchos pacientes, existen opciones más seguras y efectivas para controlar el dolor. Esperamos que nuestros hallazgos estimulen las conversaciones entre los pacientes con lupus y sus proveedores sobre las estrategias no opioides para abordar el dolor, incluida la consideración de enfoques no farmacológicos, como los programas educativos de autocontrol para enfermedades crónicas, que pueden ser efectivos como parte del manejo integral del dolor. . "
El lupus puede ser una enfermedad increíblemente dolorosa, desde dolor musculoesquelético (que afecta huesos, músculos, articulaciones y nervios) hasta dolor centralizado (relacionado con la fibromialgia y el sistema nervioso central). Sin embargo, los autores señalan que los opioides generalmente no se recomiendan para el tratamiento del dolor a largo plazo debido a su falta de efectividad, problemas de seguridad que van desde efectos médicos adversos hasta sobredosis y riesgo de adicción.
Lo que hace que los hallazgos sean aún más sorprendentes: el uso de opioides a largo plazo puede agravar una gran cantidad de riesgos para la salud de alguien con lupus. El uso de opioides a largo plazo se asocia con un mayor riesgo de ataque cardíaco, supresión del sistema inmunitario y osteoporosis, todos los cuales son riesgos de salud básicos para una persona con lupus. Los primeros datos también sugieren que los opioides están asociados con un mayor riesgo de muerte en el lupus.
Si bien los hallazgos son sorprendentes y significativos, el estudio se caracterizó por algunas limitaciones, incluido el uso de datos autoinformados (y potencialmente no informados) sobre el uso de opioides, la dependencia de las cifras de 20014-2015 y la representación insuficiente de algunos grupos demográficos. Se necesita más investigación, particularmente para comprender mejor el manejo del dolor en personas con afecciones crónicas complejas como el lupus e identificar intervenciones para abordar el uso de opioides.
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