La búsqueda de la felicidad es uno de los principios fundamentales de la existencia humana.
Ahora bien: El cerebro es el eje central que regula el funcionamiento humano.
En este órgano rector se generan cuatro sustancias, que provocan cadenas de reacciones según los estímulos que recibimos. Puede haber dolor, resentimiento, culpa; y también, alegría, disfrute, gozo y placer. Es decir, que así como generamos reacciones que podemos definir como negativas, también es posible crearlas en el signo opuesto, positivamente.
DOPAMINA: Es la sustancia cerebral que se asocia con el enamoramiento, el bienestar y las sensaciones positivas de los logros. A su vez, es una hormona que concentra la felicidad que provoca una recompensa. La dopamina es esencial en el proceso de la motivación, las ganas, el desafío de lo nuevo. Es la que provee energía, entusiasmo y el optimismo.
Como provoca los centros cerebrales del placer, también es la que genera personas con adicciones (drogas, alcohol, tabaco, medicamentos, etcétera), ya que regula las sensaciones placenteras -y justamente eso es lo que se busca cuando alguien se hace adicto a la evasión: sentirse mejor, aunque sea en forma aparente y por un momento-.
Para tener más dopamina en tu vida: duerme bien (al menos ocho horas diarias); haz ejercicio con regularidad (mínimo tres veces por semana), pasa tiempo al aire libre (es fundamental que tengas contacto con la luz solar), toma mucha agua, y permítete disfrutar de los logros. La risa -incluso de tus propios errores-, el buen humor, bailar, estar con personas que te hacen bien, escuchar música agradable y ponerse a bailar solo o acompañado, son otras formas de estimular la dopamina.
Fuente: Depresión, saber puede ayudarte
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