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BENEFICIOS DEL YOGA PARA LA ARTRITIS

Las enfermedades reumáticas son conocidas por causar dolor.

Parece que hay un círculo vicioso en el que el dolor limita la capacidad de hacer ejercicio, lo que puede causar otros problemas, como una mala postura, y luego regresa a más dolor.

Los pacientes también lidian con el dolor causado por la consecuencia a largo plazo de la artritis por desgaste.

Afortunadamente, hay algunas cosas que podemos hacer para prevenir y tratar el dolor causado por la artritis, y practicar yoga es una forma de hacerlo.


Beneficios del yoga

Los beneficios del yoga en el tratamiento de la artritis y las afecciones relacionadas se han estudiado durante años y han demostrado ser beneficiosos.

Uno de los primeros cambios notables con el yoga es un aumento en la flexibilidad y el equilibrio. Esta mayor flexibilidad puede mejorar los dolores corporales y los dolores en las articulaciones al disminuir la tensión en sus articulaciones, músculos y tejidos, y los aumentos en la fuerza del núcleo ayudan a mejorar su postura para romper el ciclo de dolor mencionado anteriormente.

Además de los beneficios físicos, el yoga reduce el estrés y la ansiedad cuando incorporas ejercicios de respiración y meditación. Hay un aumento en la conciencia corporal que te ayuda a concentrarte en la claridad mental y la calma. Si bien practicar yoga no puede librarte por completo del dolor, las mejoras resultantes en el estado de ánimo pueden ayudarte a sobrellevarlo de una mejor manera.


¿Es el yoga adecuado para mí?

Casi cualquiera puede practicar yoga. De hecho, debido a la naturaleza placentera del yoga, las personas con artritis tienen más probabilidades de seguir una rutina de yoga que una rutina de ejercicio tradicional. Antes de comenzar a practicar yoga, hable con su reumatólogo para hablar sobre el ejercicio y si es adecuado para usted. Si ha tenido un reemplazo articular, hable también con su cirujano ortopédico para aclarar las limitaciones y qué ejercicios no se recomiendan después de los reemplazos articulares.

Al comenzar un régimen de yoga, considere la práctica inicial bajo la supervisión directa de un instructor calificado que conozca sus limitaciones potenciales y pueda proporcionar sugerencias apropiadas para garantizar una experiencia segura y agradable. Recuerde, esto no necesita ser un proceso intenso. Puede haber deformidades o dolores en las articulaciones que limitan su capacidad para hacer algunos de los ejercicios, pero la belleza del yoga es que es adaptable. La clave es hacer lo que eres capaz de hacer e improvisar cuando una pose no parece posible. El uso de accesorios para ayudar a adoptar posturas (como se hace en Iyengar yoga, que se recomienda para personas con artritis) y la modificación de las posturas para satisfacer sus necesidades harán que sea una experiencia más positiva. Un instructor calificado debe comprender sus limitaciones.

Los diferentes estilos de yoga recomendados para las personas con enfermedades reumáticas incluyen meditación, yoga anatómico (Anusara) con entrenamiento intensivo para enfocarse en lugares específicos de dolor, silla o yoga suave centrado en posturas suaves más lentas y ejercicios de respiración.

Otro estilo de yoga que es útil es el yoga restaurativo. Este estilo incluye posturas de descanso que usan accesorios para permitir la liberación y relajación muscular. Puede ser beneficioso durante los brotes o períodos en los que la fatiga limita la capacidad de hacer ejercicios de estiramiento. Usar una silla, almohada o bloque puede ayudarlo a encontrar una posición cómoda que le permita sentir el estiramiento.


Qué evitar en el yoga

En términos generales, el yoga tiene algunos grandes beneficios. Sin embargo, hay ciertos tipos de yoga que recomiendo evitar cuando tienes una enfermedad reumática. El yoga que implica calor intenso durante períodos prolongados puede empeorar la fatiga. También evite el yoga que sea intensivo y de ritmo rápido o que requiera posturas que deban mantenerse durante largos períodos de tiempo. Sea consciente de cómo se siente y evite lo que no le conviene. Recuerde, esta es una experiencia agradable y beneficiosa, no una tarea que causa dolor.

Finalmente, el yoga está destinado a ser divertido. Es una opción popular para la actividad física, y con la creciente evidencia que muestra la seguridad y los beneficios del yoga en enfermedades reumáticas como la artritis, ¿por qué no probarlo? Si bien practicar yoga no lo curará, puede reducir en gran medida su estrés y frustración y mejorar sus síntomas físicos, flexibilidad, movilidad y bienestar general. El primer paso es comprometerse con un cambio de estilo de vida saludable.

Con el tiempo, la práctica del yoga puede integrarse de forma segura como parte diaria de su estilo de vida saludable y activo.


Fuente: Reumatólogos de la ciudad de Santa Fe


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