Enfermedad adquirida, crónica y no psicológica. La persona afectada pierde la tolerancia a sustancias químicas presentes en el medio ambiente y que habitualmente son toleradas por otras personas. No es una alergía.
Se desencadena en personas con una predisposición genética similar a la de la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica a partir de la exposición a sustancias químicas, casi siempre en concentraciones que no son consideradas tóxicas por la toxicología clásica.
SÍNTOMAS
Los más comunes son: fatiga, afectación cognitiva (problemas de memoria, falta de concentración, etc.), dolor muscular y problemas gastrointestinales. Otros síntomas incluyen: problemas respiratorios, dermatológicos, cefaleas, sensibilidad visual y auditiva. Las personas con SQM tienen un alto riesgo de desarrollar enfermedades autoinmunes de la tiroides y otras como el lupus, la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple.
Cuando se está expuesto a los agentes químicos (ambientadores, limpiadores del hogar, humo, insecticidas, pegamento, asfalto, tinta, medicamentos, cosméticos, pintura, etc.) o ambientales (exposición solar, ondas eléctricas o magnéticas, sonoras, etc.) intolerados, pueden producirse los siguientes SÍNTOMAS:
Odinofagia, disgeusia, boca seca, tos seca, picor o mucosidad de garganta, afonía o disfonía
Disnea, toracalgia o palpitaciones
Cefalea, pesadez o tensión en la cabeza, embotamiento o desorientación
Molestias nasales (picor, escozor, sequedad, rinorrea, estornudos)
Fatiga, astenia, cansancio, mialgias o debilidad
Mal estado general
Anorexia, náuseas, vómitos, dolor abdominal
Molestias oculares (picor, lagrimeo, irritación, visión borrosa)
Ansiedad, angustia
Mareo, vértigo, inestabilidad
Distermia
¿CÓMO SE DIAGNOSTICA?
El diagnóstico es clínico, es decir, se basa en una serie de síntomas.
No existe ninguna prueba analítica ni ninguna exploración específica que permita confirmar el diagnóstico y se deben realizar exploraciones para descartar otras enfermedades.
Para el diagnóstico se utiliza el cuestionario QEESI que mide las intolerancias ambientales y no ambientales, las exposiciones encubiertas y cuantifica su gravedad y las repercusiones sobre las actividades de la vida diaria.
TRATAMIENTO
No existe tratamiento específico, pero sí que existen tratamientos para mejorar y controlar la SQM.
El control ambiental: evitar los productos a los cuales se sea hipersensible, evitar ambientes húmedos y evitar la exposición a ambientes irritantes (gases, humos).
GUÍA SOBRE SENSIBILIDAD QUÍMICA MÚLTIPLE
Navegando por la web, nos hemos encontrado con esta útil guía sobre control ambiental. Es muy útil para conocimiento y concienciación sobre Sensibilidad Química Múltiple y Salud Ambiental. Esperamos que os sea útil e instructiva de la misma manera que para nosotros.
La página es: http://www.sensibilidadquimicamultiple.org
Fuente: Reumatólogos de la Ciudad de Santa Fe
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